Hace tiempo que estoy al acecho del sentido común. Convivimos como naturalezas extrañas, de pelos erizados, desde el momento en que mostró los dientes, sólo por un instante, después de años de mansa servidumbre. El sentido común, eso que todos creímos nuestro terreno compartido, se me aparece ahora tan ridículamente tendencioso, mera sedimentación de prejuicios, que ahoga todo pensamiento desviado, individual, dubitativo. ¿a quién se le ocurre?. Los pies en la tierra.
Nuestra cicuta es esa falsa seguridad que no estamos dispuestos a negociar..
Habrá que hacerle la guerra entonces!
.. es por eso que los ateos son menos confiables
tienen sólo una vida y no estan dispuestos a negociarla tan fácilmente

fuga de susurros

Vencida la apatía del domingo, llegué como quien no quiere la cosa, a encontrarme con los susurradores para compartir una intervención que violaba de una sola vez todas las normas del pudor y las buenas costumbres. Una experiencia tan extraña, tan fugaz... y tan cálida!
Por unos instantes dejamos de ser un amontonamiento de existencias absurdas, un instante duró un lazo entre nosotros, una complicidad.


... en un intercambio de poesía por rap!
Y que decir de aquella mirada que me encuentra en fuga,
que ilumina acechante mi escondrijo
que arrastra mi mundo y con él todo de mí

vuelta a la cuidad

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato
Debajo de las sumas, un rio de sangre tierna;
un rio que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales...
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de cobra.
Todos los días matan en Nueva York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millon de vacas,
un millon de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos...
más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros en alucinantes cacerías,
que resistir en la madrugada
a los interminables trenes de leche
los inerminables trenes de sangre
los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha de aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible...
os escupo en la cara,
la otra mitad me escucha
devorando, cantando, volando en su pureza...


Federico García Lorca

nueva noche en la tierra

Esa noche, después del tercer brindis
mientras el asado se enfriaba en los platos
y las lenguas ardían

alguien murmuró

por qué ser normales cuando podemos ser libres

Ego Cogito

Entrelazados por cuerdas invisibles
el más sutil de nuestros actos tira de ellas
y con ellas a los demás

cada bocanada de aire tensa los hilos
reordenan el mundo
y ya no queda más privacidad
que un solipsismo fingido
y fugaz

la filosofía en el tocador

Garcín: he muerto demasiado pronto.
No me dieron tiempo para ejecutar mis actos.

Inés: Se muere siempre demasiado pronto -o demasiado tarde-.
Y sin embargo la vida está ahí, terminada; trazada la línea, hay
que hacer la suma. No eres nada más que tu vida.


Ocurre que al viejito no le convencía esa manía de excusarse y entonces volvía una y otra vez sobre el asunto, convencido de que ciertamente su doctrina horrorizaba a muchas personas, especialmente a aquellas que no habían triunfado en la vida.. menudo problema! las personas esperan que se nazca cobarde, que sea producto de la configuración fisiológica o de la sociedad..
lo que no quieren escuchar, y el viejito no se cansará de repetir es que el cobarde es responsable de su cobardía, que a cada instante tuvo la posibilidad de dejar de serlo.

Si esto es un hombre

...Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un si o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal...

Primo Levi

El Dante y su Beatriz como Yoko para John

Quizás sea ya un exceso y habré de admitirlo entonces ante los sensatos doctores y economistas, pero es que la mesura nunca fue mi búsqueda. Será que fui educada para creer en quimeras y no vacilar en ir tras ellas, sin más que pelusas en los bolsillos. Sé que no es razonable, ni inteligente.. pero volvería a elegir mil veces mi saber inútil, mis amores febriles y mis sentimientos desmedidos.. y quizás me elijas igual, porque todo eso es lo que me hace festejar ese instante de calor de mate y de lenguas verdes, y que me alcance sólo con un poquito de yerba y una canción.

Mis escépticos queridos

El escéptico no será traicionado por libro alguno ni se envolverá en una toga. Los estudiosos son sus víctimas; son flacos y pálidos, tienen los piés frios y la cabeza caliente, sus noches son insomnes, sus días un temor de que los interrumpan, pálidos, escuálidos, son hambre y egoismo.
Emerson

Cumbierita intelectual

Confesé alguna vez, que sólo me gustaban aquellas personas que sabían reirse de sí mismas.. y emepecé por mí. Así fué como el más sórdido estante, reservado para la ironía Nietzscheana, econtró sitio para Fontanarrosa y Quino. Pero éste era sólo el principio, la metamorfosis pronto lo invadió todo, y fue así como me encontré escuchando Wagner y los visitantes, yendo a la cancha y leyendo Tolstoi en el entretiempo, llorando a cantaros por un pechito amarillo que el gato no se dignó a matar del todo, y faltando a mi despótica fidelidad a la Rosamonte amarga por noches furtivas de mate saborizado.. y con chuquer.

Historia clínica

Informó que sufria taquicardia cada vez que lo veía, aunque fuera de lejos.
Declaró que se le secaban las glándulas salivales, cuando él la miraba, aunque fuera de refilón.
Admitió una hipersecreción de las glándulas sudorípadas cada vez que él le hablaba, aunque fuera para contestarle el saludo.
Reconoció que padecía graves desequilibrios en la presión sanguínea cuando él la rozaba, aunque fuera por error.
Confesó que por él padecía mareos, que se le nublaba la visión, que se le aflojaban las rodillas.
Que en los días no paraba de decir bobadas y en las noches no conseguía dormir.

- Fue hace mucho tiempo, doctor -dijo- Yo nunca más sentí nada de eso.

El médico arqueó las cejas.

-¿Nunca más sintió nada de eso?

Y diagnosticó:

-Su caso es grave.

E. Galeano

TERRORISMO DE ESTADO

ejercicio del poder estatal careacterizado por:
1. Afirmación de una guerra vertical con un enemigo inflistrado en todos los niveles de la sociedad, cuya finalidad es eliminar los valores aceptados como absolutos por quienes detentan el poder.
2. Delimitación imprecisa de los hechos punibles y eliminación del proceso judicial para la determinación de la comisión del delito.
3. Aplicacion difusa de medidas violentas de privación de la libertad, la propiedad o la vida, con prescindencia, en muchos casos, de la identificación de los destinatarios de las mismas y de los actos u omisiones de los que puedan ser responsables. Aplicacipn de la violenvia a victimas inocentes para reforzar la eficacia del terror: todos somos victimas potenciales, la inocencia no es una garantía contra el terror.
4. Infundir en la población el temor fundado de que, en principio, nadie está a salvo de la coacción arbitraria por parte de los organos gubernamentales:

primero mataremos a los subversivos, luego a sus colaboradores, después a los simpatizantes, más tarde a los indiferentes y, finalmente, a los tibios.
General Ibérico Saint Jean

Con lo cual, el terrorismo de estado requiere:
1. Una cierta organización ideológica cuya base es un dogma: una idea que vale como absoluta y que justifica la destrucción de todo aquello que se oponga a ella.
2. Propaganda eficaz: emocionalización de la propia concepción y estigmatización moral del adversario que es convertido en el portador del Mal.
3. Cultivo de la propia imagen para compensar los actos de crueldad.
4. Disciplina interna: eliminación de la capacidad autocrítica de los miembros de la organización.


Calamidades, Ernesto Garzon Valdés.

De la filosofía y otras verduras

Prueba de la existencia de la justicia en el universo:
hasta en la clase de hombres más orgullosa, más chueca y menos modesta,
siempre se encontraremos algun paladar agudo capaz de volver la crítica
hacia adentro. Así es que según Cicerón
No se puede decir nada tan absurdo que no lo haya dicho ya algún filósofo.

La era de los esquiladores

La multitud, lana contra lana.
Reinaba el orden, las buenas costumbres occidentales y cristianas.
El vizco se los había advertido ya.. pero se sentían tan a gusto!!
Hasta que llegaron los esquiladores.
No supieron bostezar a tiempo.
El hombre es hombre porque es capaz de negar la realidad
Todavía se sentían tranquilas.
El hombre es ruptura, es una fisura que se inserta en un orden prefabricado.
Se estaba tan bien así.

Hasta que llegaron los esquiladores y sus cuerpos gordos habían perdido ya toda fuerza.

En algun muro ruso:

Mientras exista alguna clase inferior, perteneceré a ella.
Mientras haya un elemento criminal, estaré hecho de él.
Mientras permanezca un alma en prisión, no seré libre.

Ventana sobre las dictaduras invisibles

La madre abnegada ejerce la dictadura de la servidumbre
El amigo solícito ejerce la dictadura del favor
La caridad ejerce la dictadura de la deuda
La libertad de opinión te permite escuchar a los que opinan en tu nombre
La libertad de elección te permite elegir la salsa con la que serás comido.

Galeano
Cerró el libro y se quedó acariciando el lomo, aturdida de tanto placer intelectual. El incomunicable éxtasis vibrando en su estómago. Era uno de sus días buenos, días de una embriagadora energía, de caminar de a saltitos, días de sonreírle al asfalto y hasta de enorgullecerse de su sensualidad.
Se entregó feliz al sueño que la abrazó enseguida, y esa misma noche se le apareció la madre Eva con su encanto estremecedor y su rostro insoportable para la vigilia. Al despertar, los resabios del sueño prohibido la oscurecieron. Así comenzaba su día de parásito, días de dejarse besar y tomar por la cintura, días de contemplar con aterradora extrañeza la mirada enternecida del hombre que la amaba.
Eran aquellos sus días más fértiles; días de escribir más de lo saludable y con una agudeza ilícita para los vivos. Días en que su mirada se volvía mezquina, y quedaba atrapada en penumbras metafísicas.
Pero.. ¡he aquí el milagro de la naturaleza! Ni bien la vigilia amenazaba con volverse insoportablemente tortuosa, una pequeña distracción se abría paso, para devolverla a la calma burguesa en un deslizamiento rápido e imperceptible. Su desteñido mundo se coloreaba de nuevo y todo empezaba una vez más.

Labios de oro

Narciso, como todos los de su tipo, huele a polvo, a tabaco y a libro viejo. Ligeramente encorvado, su cuerpo cultivado a la sombra, camina con ligereza y su andar es imperturbable. Todo en él se orienta bajo un matiz de fealdad, destino al que solo escapan sus finos dedos y su mirada profunda, abismal. Predica el control de sí y el desprecio de los sentidos, pero por las noches, cuando su conciencia se acobarda, aparece la imagen: Goldmundo, que es hombre y mujer, que cuando sonríe con sus labios de oro, los extremos del mundo convergen en un beso.

Feminista

Feminista
porque renuncié
a la feminidad impuesta.

Porque no quiero
ser costilla de nadie.

Porque no me estimula
la violencia
y simpatizo con locas, putas, solteras
divorciadas y prisioneras.

Feminista
porque creo que esta sociedad
debe incluirme
e
incluirte.

Ana Lucía Morán

EVA

Eva
Del varon fuiste tomada
Hueso de sus huesos
Carne de su carne

¿Cómo pudiste pecar?
¿Cómo osaste codiciar
Los frutos del árbol
del bien y del mal?

Eva
Maldita serás
De tu marido será tu deseo
Y has de llamarle amo y señor
Eva,
Parirás con dolor