vuelta a la cuidad

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato
Debajo de las sumas, un rio de sangre tierna;
un rio que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales...
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de cobra.
Todos los días matan en Nueva York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millon de vacas,
un millon de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos...
más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros en alucinantes cacerías,
que resistir en la madrugada
a los interminables trenes de leche
los inerminables trenes de sangre
los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha de aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible...
os escupo en la cara,
la otra mitad me escucha
devorando, cantando, volando en su pureza...


Federico García Lorca

nueva noche en la tierra

Esa noche, después del tercer brindis
mientras el asado se enfriaba en los platos
y las lenguas ardían

alguien murmuró

por qué ser normales cuando podemos ser libres